LA PACIENCIA DE SER PACIENTE
Así como el ser humano es complejo, el proceso psicoterapéutico también lo es. Tiene vicisitudes, adelantos, retrocesos. A veces las personas avanzan y caen nuevamente, repiten. Otras veces, sienten que no avanzan y, de un momento a otro, se sorprenden enfrentando las mismas dificultades de distinta manera. Para realizar una psicoterapia hay que ser paciente, en el amplio sentido de la palabra: hay que instalarse en el lugar de paciente y hay que tener paciencia. Esto significa tener la intención, la disposición de realizar un trabajo personal y de entender que es un proceso lento, que requiere tiempo. La primera invitación que hace un psicólogo a un paciente es tener un lugar . Esta acción permite que la persona pueda hablar sobre sí misma y, poco a poco, vaya ocupando este espacio, haciéndolo propio. Al hablar se va escuchando, algo se empieza a movilizar, permitiéndole ir vinculando hitos de su memoria a su situación actual, ir encontrando luces sobre lo que le ac