ENCONTRANDOSE en el ENCIERRO

No es habitual despertar un lunes y entender que en vez de la ajetreada mañana de todos los días, esta vez habrá que quedarse en casa. No es fácil que esto empiece a suceder también martesmiercolesjuevesviernes, como si siempre fuera fin de semana. El problema es que mientras pasan los días, la situación se va volviendo tan amorfa, que hasta la noción del tiempo se empieza a desvanecer.

Es extraña la infinitud que se siente. ¿Qué haré con tanto espacio por delante?

Surgen estados de angustia-incertidumbre, mezclados con angustias e incertidumbres por la compleja situación que vivimos en el mundo. Te levantas e inicias un circuito de recorridos bastante estrecho: de la cama al living, pasando por la cocina, topándote con familiares que habitualmente ya habrían salido, que queremos mucho y que son un agrado para convivir en vacaciones, pero no en lo cotidiano del "para siempre".

Si eres dueña de casa y tenías a las 12 del día la cocina impecable, ahora están todos metidos ahí, sacando y comiendo lo que quieren.... y por mientras, la tele encendida advirtiendo que tengas cuidado con los zapatos, porque el maldito COVID-19 se pega también en ellos..... quien iba a pensar que sería arriesgado andar a pie pelado incluso en el propio hogar.  

Es curioso que trabajando, siempre se añora un estado de no hacer nada o algunos sueñan con ganarse el Loto para tener todo el tiempo libre y llegar a ser lo que "realmente quiero", o tener más tiempos de ocio. Y ahora, que ya se tiene, no se sabe que hacer.  

Y bueno. Este es el inicio. Porque esta situación de emergencia sigue... seguirá y continuará por mucho tiempo, no sabemos cuanto y la sensación de eternidad es la que muchas veces angustia. 

Trabajar en casa tiene sus bemoles. Muchos emprendedores creen que ser independiente es una gran oportunidad para tener el tiempo a disposición y poder cubrir varios temas a la vez. El problema es que los otros piensan lo mismo y como se está en la casa, empiezan a surgir los pedidos. Como el sistema psíquico suele tender a lo disgregado, engancha, y de tanto hacerlo se va el día. No es fácil compatibilizar los espacios y roles entremezclados y concentrarse además en algo nuevo como el teletrabajo. 

¿Que hacer?  ¿Habrá que ponerle fin a la eternidad?

Lo primero es darle un giro al agobio y pensar que esta extra-ordinaria situación podría llegar a transformarse en un gran encuentro con un@ mismo y con los seres que nos rodean. No necesariamente al "encuentro feliz" de estar más tiempo juntos, sino más bien a tener que vérselas con eso que no se sabía de sí mism@"quería más espacio para mi y ahora que tengo todo el día, no se que hacer con él""siempre había soñado con ser libre y hacer lo que quisiera y ahora veo que me es insoportable no tener rutinas""siempre añoré dejar de trabajar para regalonear a mi familia y ahora quiero que todos se vayan".

¿Y qué hacer?

Si para algunos este vacío significa algo nuevo, agradable y cómodo, habrá que quédese ahí por un rato. Nada malo va a pasar con eso y el llamado es a "quedarse en casa", así que está todo bien. No tiene nada que hacer por el mundo ahora, tampoco está en sus manos resolver algo, así que aproveche de tomarse un descanso por todos estos años trabajados y agradezca a sí mism@ por eso. Puede dormir, ponerse al día, o hacer lo que su cuerpo le vaya indicando. Es el encuentro con el "no apuro"un nuevo estado que puede aprovechar de conocer e ir instalando.


Si por el contrario, su día actual es una angustia, una desesperación y anda con las zapatillas de clavo para salir corriendo, trate de ver qué pasa con ello, porque definitivamente no podrá hacerlo, por el bien propio y de los demás. 
¿Qué es lo que l@ desespera?. Esto es lo importante, lo que necesita ir descubriendo para no sucumbir en el intento. Tómese un tiempo para reflexionar, busque ayuda por internet, aproveche de hacer lo pendiente, respire profundo, quizás se encuentra con "si mism@s" que no conocía. 

Si el vacío se hace insoportable, quizás sería bueno instalar un sistema en el hogar que le de estructura, orden y le permita manejar la incertidumbre. Si siempre vivió en un sistema ordenado por Otro que lo mandaba, le decía qué hacer y como hacerlo: jefes, horas de llegada y salida, metas que cumplir, micro menos llenas, ahora podría aprovechar este tiempo para el encuentro con un nuevo personaje que podríamos llamar "su propio jefey que le ayudará a auto-definir (y a los suyos) una nueva estructura de acción: rutinas en la casa, horarios, algún nuevo "proyecto doméstico" con metas a largo y corto plazo, o desarrollar esa faceta que tenía dormida. 

Quizás este encierro pueda ser una oportunidad

Algo que ayuda a soportar el presente, es recordar que antes que esto sucediera estábamos viviendo a mil por hora, corriendo como en una maratón. Tan colapsados, que hasta los animales andaban asustados y escondidos. Desde el inicio del día, la vida se transformaba en encender el botón "on" y empezar a funcionar, era tanto a veces, que muchos tenían que acompañarse de medicamentos para resistirlo. El "on" se la pasaba encendido durante una larga y ajetreada jornada que se repetía día a día, repetición que de alguna manera implicaba una sensación de certidumbre, seguridad y control. Llegaba la tarde y a seguir la rutina de vuelta a casa, se arreglaban algunos pendientes del hogar y de los hijos, se compartía un rato metidos en la tele, hasta acostarse, teniendo que tomar otra pastilla para acallar un sistema nervioso hiperestimulado y poder dormir.

El estado de cuarentena podría llegar a ser una oportunidad para encontrarse con quienes vivimos todos los días, pero ya no teníamos tiempo de saber en qué estaban y cómo están. También con un@ mismo, con aquello que no sabíamos que éramos y descubrirlo; con nuevas facetas y formas, con instalar otros hábitos y sensaciones. Este nuevo estado podría ser una oportunidad de cambio para la vida cotidiana de las personas, la convivencia social y la vida del planeta. Es un momento de encierro que si se toma en serio, podría producir una transformación subjetiva y colectiva profunda, que nos hará descubrir que las cosas pueden ser de otra manera y que otro mundo es posible. 


RECORDATORIO de "EL ESTRES Y EL MUNDO DE LOS EXCESOS". ¿Cómo Estábamos?.


EL COLAPSO DE LOS SISTEMAS: "El Circuito del MAS"



Comentarios

  1. Que pregunta....eso de qué hacer con la eternidad...maravillosa síntesis de la vida en Pandemia. Como siempre, el problema no reside en morrir. Sino que en vivir!!!

    ResponderBorrar
  2. Buena la reflexión..gracias por compartirlo conmigo. Eres una gran escritora..sigue mandándome tus escritos.

    ResponderBorrar
  3. Muy bueno el articulo. Hace visible muchas emociones y sensaciones que estamos experimentando. Gracias!

    ResponderBorrar

Publicar un comentario

¿QUE OPINA SOBRE ESTE TEXTO?

Entradas más populares de este blog

ENCUENTRO PERSO-PROFESIONAL: Una Bùsqueda con Sentido.

ME ENAMORÉ DE MI PSICÓLOGO ¿Qué Hago?

SOBRE "EN PSICOLOG@": Constituidos en el Mal-estar